08 noviembre 2007

CERDEÑA: BARUMINI


ANTONIO JESÚS SARRIÁ / PABLO VÁZQUEZ (2º ESO - A)

El día 2 de octubre martes visitamos el famoso e impresionante nuraghe de Barumini, de gran importancia arqueológica y clave para entender la cultura prehistórica en Cerdeña. Los nuraghe son asentamientos o aldeas organizados alrededor de una gran torre (actualmente no se conserva ninguna entera) pero podemos hacernos una idea del aspecto que tendría -¡de hasta 25 metros de altura!- gracias a la cantidad de modelos de barro, como maquetas, que los antiguos moradores guardaban en sus casas y que los arqueólogos han podido recuperar (en el Museo Arqueológico de Cagliari pudimos ver algunos).

Un guía muy bien preparado nos explicó de un modo ameno y comprensible muchos detalles de la vida en el Neolítico y de la arquitectura de los nuraghe. Me llamó la atención que en la Edad de Hierro, las viviendas tuviesen sólo una habitación y que no evolucionaran hasta la Edad del Bronce, en que ya tienen un patio central con un aljibe y varias habitaciones repartidas alrededor. El patio permitía que entrase luz a la casa y calentar algunas zonas.




Luego visitamos el nuraghe, propiamente dicho, que antes de ser destruido tenía, como ya he dicho, 25 metros. El resto que queda en piel tiene 18m. En su estructura había cuatro torres altas en forma circular acabadas en cono. LA función, muy probablemente era de vigilancia y, en caso de guerra, de defensa mediante el lanzamiento de flechas.
El cuerpo central del nuraghe era la gran torre, en la que antes había escaleras y a cuya cima se accede por un angosto pasillo. En el centro había una poza donde se guardaban los alimentos (era el lugar más fría, es decir, servía de frigorífico). Ahora en el pozo la gente tira monedas y pide deseos (nosotros pedimos volver algún día a esta isla acogedora).

La antigua aldea nurágica fue ocupada hasta la época de los romanos, que la transformaron en un cementerio (se han encontrado numerosos restos humanos).

Para pasar por las distintas dependencias de la torre y acceder a su patio interior había que bajar por unas escaleras muy erosionadas, por no decir destruidas, una pequeñas y otras muy grandes.
También me llamó la atención que el espesor de los muros en algunas partes de la torre fuese de 7 metros (como era muy inestable, para que no se derrumbara habían reforzado algunas zonas).

Aunque se desconoce todavía mucho de estas civilizaciones neolíticas, los arqueólogos están sacando a la luz muchos restos que, poco a poco, desvelan muchos misterios de la antigüedad...

1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece una buena pagina para consultar muchas cuestiones