22 enero 2010

SOBRE EL TERREMOTO DE HAITÍ

Pasan los días, las semanas, y la noticia se diluye entre otras que nos hablan de mujeres asesinadas por sus maridos, del poderoso presidente negro de un país poderoso que quiere iniciar una cruzada contra el poderoso sistema bancario, de unas pelotitas que vienen y van a un lado y otro de una red en un torneo llamado Open de Australia, de un almacen de residuos nucleares que va a traer trabajo, prosperidad y miedo a un pueblo de Guadalajara...
Pero cerrad los ojos, aislaros en una habitación oscura y escuchad... Bajo el rumor de la actualidad hay desesperados gritos y llantos, hay hambre y miedo y desesperación y dolor. Hay disparos, mafias, señores miserables que de la miseria hacen su negocio. Hay volutarios que regalan su tiempo, su esfuerzo y su corazón a cambio de un simple esbozo de sonrisa. Huele a podredumbre, a mierda, a muerte...
La sombra querida y amable de un árbol se añora como nunca donde ahora sólo hay un agujero, un montón de escombros, un amasijo de hierros...

Ya puedes abrir los ojos, levantar las persianas... Y no olvidar lo que has visto, oído, olido...

El "euro solidario" de nuestros alumnos lleva, más allá del valor del dinero, el lamento silencioso de los chicos y chicas, la rabia y la impotencia frente a la tragedia repetida... Quién sabe cuántos nuevos voluntarios frente a cuántas futuras catástrofes saldrán de estas aulas que hoy contienen el llanto reprimido...
Quizás ayude a la concienciación el acercarnos, siquiera sea virtualmente, al corazón del seísmo para ver el paisaje desolado que ha dejado. (Pincha en la imagen)

23 octubre 2009

SOBRE LA GRIPE



Nuestro paisano, el científico y excelente divulgador Jorge Laborda (aconsejo encarecidamente a los amantes de la ciencia darse una vuelta por su blog y leer sus artículos) escribió éste en 2005, pero como resulta ahora de extraordinaria actualidad y es además ameno y riguroso, me ha parecido oportuno rescatarlo de su libro "Las mil y una bases del ADN y otras historias científicas" (Ed. Hélice, 2006) y exponerlo en este blog. Que lo disfrutéis.




RESURRECCIÓN Y MUERTE DEL VIRUS DE LA GRIPE

La temporada de la gripe está en su apogeo. Sólo la semana pasada se triplicó el número de casos en España. Como todos sabemos, la gripe está causada por un virus. Menos sabido es que ese virus, como el del SIDA, contiene ARN en su genoma, en lugar de ADN. Esta particularidad lo convierte en un virus que muta con, mayor facilidad y puede así cambiar y convertirse en un virus mortal. ¿Debemos preocuparnos por la aparición de una nueva cepa de virus de la gripe tan mortal o más que la llamada gripe española de 1918?

La respuesta a esta pregunta está, quizá, en conocer lo que yo llamo "espacio virus", en este caso, "espacio virus de la gripe" ¿Qué es eso? Vamos a ver. Supongamos que tenemos una foto digital de Fulano. Con medios informáticos, esta foto puede "mutarse", modificarse poco a poco. Podemos, por ejemplo, en el ordenador cambiarle el color de los ojos, o aumentarle ligeramente las orejas a Fulano. O podemos borrarle la nariz, ponerle o quitarle arrugas, redondear o alargar su rostro. Algunos de esos cambios no impedirán que sigamos reconociendo a esa foto como perteneciente a Fulano. Estos cambios se encuentran, pues, dentro del "espacio Fulano" es decir, son cambios que el rostro de Fulano puede admitir y seguir siendo reconocido como Fulano. Otros cambios, sin embargo, convertirán al rostro de Fulano en irreconocible. Son cambios que sacan a la foto fuera del "espacio Fulano".

Es evidente que algunos cambios mejorarán a Fulano, quizás lo conviertan casi en un modelo de pasarela. Otros cambios, por el contrario, podrán convertirlo en un monstruo. Lo mismo sucede con el virus de la gripe. Este virus cambia, y estos cambios, si suceden dentro del espacio "virus de la gripe", pueden convertirlo en un virus benigno o un virus muy virulento, pero si lo expulsan del espacio "virus de la gripe", lo convierten en un virus inoperante, del que no hay que preocuparse. En otras palabras: el virus puede cambiar, pero dentro de unos límites.

Los cambios que experimenta el virus de la gripe se producen por dos mecanismos diferentes. El primero sucede siempre, cuando el virus de la gripe se reproduce tras invadir a una célula de nuestro epitelio pul manar. Para reproducirse, su genoma de ARN debe también copiarse. En el proceso de copia, se pueden producir errores que generan a virus "hijos" ligeramente diferentes de los "padres". Estos virus hijos pueden quizá reproducirse mejor, o invadir con más eficacia las células epiteliales del pulmón, pero, en general, no lo hacen de una manera significativamente diferente.

Por otra parte, estos cambios no impiden que nuestro sistema inmune -que se ha puesto en marcha desde el primer contacto con el virus para reconocerlo y neutralizarlo- reconozca a los virus hijos y los neutralice igualmente.

Tras recuperarnos de una gripe, quedamos inmunizados contra un "subespacio de virus de la gripe" al que el virus que nos ha infectado pertenece, subespacio al que pertenecen igualmente la inmensa mayoría de virus hijos derivados del padre, que nuestro sistema inmune podrá reconocer

neutralizar, al menos, parcialmente.

Por supuesto, estos virus hijos tendrán a su vez nietos, biznietos, etc., que serán progresivamente más diferentes del padre original; algunos se situarán incluso fuera del subespacio vírico que nuestro sistema inmune reconoce. En ese caso, no estaremos protegidos contra ellos, y si el virus es muy virulento, podremos sufrir una seria enfermedad, que podría ser la última.

Esto puede suceder si transcurren muchos años entre el primer contacto Con un virus de la gripe y un encuentro subsiguiente. En esos años, el virus habrá podido variar tanto que nuestro sistema inmune no lo reconocerá, igual que nosotros seguramente no reconoceremos tampoco a nuestro compañero de colegio al que no vemos desde hace mucho tiempo. Pero esto sucederá sólo a unos pocos individuos ,y en absoluto será causa de epidemia.

Sin embargo, existe otro mecanismo por el que pueden producirse virus de la gripe tremendamente diferentes a los que nuestros sistemas inmunes saben reconocer y neutralizar. Se trata del "mezclado" de dos virus. Esto puede suceder si dos virus de la gripe diferentes -incluso de diferentes especies de animales como el pollo y el hombre- infectan a la vez a un sujeto, anima; o humano. En ese caso, puede producirse la combinación de sus moléculas de ARN, y producirse así un virus nuevo dentro del "espacio virus de la gripe" que puede ser muy virulento y, al mismo tiempo, escapar al reconocimiento de los sistemas inmunes de prácticamente la humanidad entera, que no se habrán encontrado nunca con un virus semejante y no estarán en absoluto preparados para luchar contra él. Se producirá entonces la temida epidemia.

Pero no nos asustemos de manera indebida, que para eso ya tenemos a los estadounidenses. Este mecanismo de generación de nuevos virus es, afortunadamente, bastante improbable, y no sabemos cuándo, ni si sucederá en nuestras vidas. Además, contamos hoy con herramientas terapéuticas bastante sofisticadas, con las que no se contaba en 19 18, que podrán ayudar a evitar la epidemia, caso de producirse ese nuevo virus.

Por otra parte, para estar más seguros, siguen las investigaciones, algunas de ellas con el objetivo de estudiar virus de la gripe situados en un subespacio particularmente virulento, como el virus de la gripe de 1918. No hace mucho, un equipo de investigadores logró "resucitar" parte de ese virus, recuperando parte de su genoma de víctimas de esa enfermedad, cuyos cadáveres el ejército americano aún mantenía conservados tras la autopsia. No se ha conseguido el virus completo todavía, pero las investigaciones realizadas hasta la fecha indican que ese virus pudo crearse por la combinación de un virus de la gripe del pollo con otro virus de otra especie animal hoy aún no identificado.

Genes del virus de 19 18, introducidos en virus de nuestros días, los convierten en mortales para ratones de laboratorio. Sin embargo, el tratamiento de esos animales con los fármacos antivíricos de los que disponemos hoy, mata al virus y les protege de la enfermedad. Estos datos indican que, incluso si se produjera un nuevo virus tan mortal como el de 1918, o éste resucitara, hoy no lo tendría tan fácil y posiblemente podríamos controlar o, al menos, limitar seriamente la epidemia.

Como siempre, la investigación sigue mejorando nuestras vidas, y alargándolas. Investigación nueva, vida nueva. Pero no olvide por ello cuidarse mucho y, sobre todo, lavarse bien las manos antes de comer, que es lo que más protege del contagio de la gripe y del catarro, según indican también algunas investigaciones.

02 octubre 2009

Premio "San Viator" de Investigación en Ciencias y Humanidades



CARTA DE DON JOSÉ MARÍA BARREDA, PRESIDENTE DE LA JUNTA DE CASTILLA-LA MANCHA A NUESTRO DIRECTOR, DON JOSÉ LÒPEZ DE LOS MOZOS

30 septiembre 2009

SOBRE LA SUERTE


Desde hace un par de cursos prefiero hacer fotografías de carné a mis alumnos para las fichas de control antes que utilizar las que ellos entregaron cuando hicieron la matrícula. En las mías aparecen más reconocibles, al menos son más actuales; en las otras, el escaneado y el tiempo (algunos alumnos se hicieron la fotografía antes de tomar la comunión o de celebrar civilmente el ingreso en la vida preadolescente, que diría un moderno...) han hecho estragos.
Dedico a la sesión fotográfica una de las clases de la primera semana: sirve para romper el hielo y relajar la tensión de los primeros días. También sirve para comenzar a descubrir qué se oculta detrás del grupo, el nivel de cohesión entre los alumnos, la personalidad de cada uno o la porción de la misma que están dispuestos a exhibir ante sus compañeros y/o sus compañeras...

-Avendaño López, Lorena -llamo a la primera de la lista de 3º F, una niña pequeñita, pelirroja, muy tímida. -Colócate delante de la puerta, por favor. Es para que salga en la fotografía el fondo blanco.

Lorena apenas levanta la vista. Sus labios están contraídos en una mueca de disgusto: evidentemente no quiere que le haga una fotografía.

-¿Es obligatorio que nos hagamos la foto? -me pregunta desde la puerta.
-No, claro que no. Si no quieres hacértela, tomaré la que hay en Secretaría...
-No, si me da igual, pero... ¡Es que hoy no me he maquillado!
-¡Pero hija! ¡Si yo no voy a colgar la foto en el Tuenti!...

Van desfilando los Adrianes y los Borjas, las Cortes y las Jenniferes, cada uno con su muestrario personal de tics, de muecas, de risas y sonrisas, de desagrados o indiferencias... Hay quien se muestra arrogante y quien desafiante, hay quien tiene en sus ojos esa chispa que suele delatar a los inteligentes y quien mira desde un fondo de derrota desolador... Me parece que más que un retrato sencillo para una ficha estoy haciendo un perfil psicológico de los chicos y chicas.

-Jiménez Albaladejo, Nuria
-Esa no ha venido, profesor -me dice desde el fondo del aula un muchachote grande y robusto que, sin embargo, conserva aun su vocecilla de niño.
-¿No ha venido ningún día?
-No, -responde Lorena, la del maquillaje- es que tiene la gripe A
-¡Esa lo que tiene es un morro que se lo pisa, profesor!
Pos no nene, que tiene la gripe!
-Sí, pos el curso pasao se ve que tenía la gripe tos los días.

Antes de que comience la batalla, corto la discusión:
-Por cierto, ¿alguien sabe qué es una gripe?
-Un constipao fuerte, ¿no?

Cuando llego a casa, descargo las fotografías en el ordenador: ahí están los ojos chispeantes de David, el gesto austero de Cristian, el perfil bueno de Paula ("profesor a mi me saca de perfil, que de frente me sale siempre la nariz muy gorda"), los dientes llenos de hierros, las decenas de espinillas, los pelos de punta, los piercings en los labios y en las orejas, las medallas, los fulares... Hasta hay un chico que lleva un enorme rosario blanco colgado al cuello, como el galán de una copla antigua ("...me voy a hacer un rosario con tus dientes de marfil...").
Antes de pasarlas a las fichas de gestión escolar de mi PDA, doy a las fotografías un repaso con Picasa para recortarlas y tener los rostros mejor encuadrados... En este programa, en la carpeta de "arreglos básicos" hay una opción que corrige automáticamente el brillo, el contraste y el color de las fotografías, según unos patrones preestablecidos. Bajo el icono correspondiente pone "Voy a tener suerte": como buen supersticioso, someto a mis alumnos a este filtro y, mientras desfilan por la pantalla del ordenador y se iluminan sus rostros creo que, tal vez, un año más, voy a tener suerte.

08 febrero 2009

"LA DOBLE HÉLICE": comentario sobre el libro de J. D. Watson


SUSE DÍAZ PALOMARES (2º de Bachillerato)

El descubrimiento de la estructura del ADN se ve reflejado en este libro redactado por uno de los implicados en esta labor, James D. Watson. Además de éste, Francis Crick es otro de sus descubridores. Junto a Rosalind Franklin, especialista en cristalografía de rayos X , consiguen encontrar la “solución de la vida” (así llamada en el relato).

Watson, un bioquímico estadounidense interesado en virus bacteriófagos, al terminar su carrera decide hacer un doctorado. Para ello, le proporcionan una beca y éste se reunirá con más científicos en el lugar donde se le asigna esa beca. Se encuentra con diferentes científicos, especializados cada uno de ellos en distintos objetivos; investigación de fagos, mioglobina, hemoglobina, incluso en la estructura de las proteínas como lo estará él más adelante. Su investigación comienza con el virus del mosaico del tabaco pero no acabará su doctorado con esto. Interesado en la estructura de las proteínas, pide otra beca para ingresar en otra universidad. Se interesa por la estructura del ADN al igual que Francis Crick con el que comparte ese afán hasta llegar a la solución. El director de los laboratorios Cavendish en Cambridge no está de acuerdo con esa investigación, así que Watson decide hacerlo con el ARN para disimular, en cierto modo, y conseguir así averiguar esa incógnita ya que el ARN al igual que el ADN es un ácido nucleico.

A pesar de las dificultades ambos científicos colaboran en lo máximo posible para llegar a la solución buscada, la estructura tridimensional de la molécula del ADN. Con los conocimientos ya sabidos y los establecidos por otros biólogos, químicos y físicos intentan sacar sus propias conclusiones sobre el hecho que investigan. Se puede observar la tranquilidad con la que trabajan al principio y la enorme rapidez con la que actúan al saber y conocer mejor el tema. Además de ellos, Pauling, otro científico, investiga al tiempo la estructura de las proteínas y propone la hélice alfa. Con la posibilidad de que el ADN tenga una estructura semejante, juegan, intercambian información, investigan los posibles fallos y avanzan paso a paso... Pero no hubiese sido posible tal avance sin la ayuda de una cristalógrafa importante, Rosalind Franklin: sin sus grandes conocimioentos sobre fotografías con rayos X, no se demostrarían fallos o no se confirmarían hipótesis.

Este libro combina la ciencia y la vida de los científicos. No se limitan a lo teórico y tampoco a lo descubierto anteriormente o incluso a las hipótesis. Recurren al empirismo para afirmar con exactitud los datos recogidos. El tiempo libre les hace pensar y escuchar anécdotas que quizás resulten necesarias para su trabajo. Al acudir una idea a su cabeza, intentan llevarla a la práctica porque podría ser esencial y por otra parte, las hipótesis incorrectas se desechan y abren paso a otras muchas posibilidades.
Los padres del ADN, como se les conoce, ganaron el premio nobel en 1962. No estaba entre los premiados la cristalógrafaRosy”, que había fallecido poco antes. En todo momento la critican y no de una forma del todo honrada. Esto destaca mucho y nos llama la atención porque ahora, entrando en el siglo XXI, tanto el trabajo de un científico como el de una científica es valorado por igual.

El libro no nos informa detalladamente de cada referencia química o biológica sino que debemos tener unos conocimientos anteriores sobre el tema para llegar a entender mejor lo que nos intenta decir. Una persona cualquiera sabría hacer un resumen de lo dicho pero no lo suficientemente exacto. Es curioso conocer el tránsito del conocimiento de la estructura del ADN y llegar a considerarlo fundamental en la transmisión hereditaria de los genes. Ponernos en situación de científicos que no saben qué se pueden encontrar pero que no se limitan a lo conocido ¡es una actitud propia de verdaderos genios!

En la actualidad, sabemos que el ADN está formado por la unión de nucleótidos (monómeros) los cuales a su vez son compuestos por tres unidades: un monosacárido (pentosa), una base nitrogenada y uno o varios grupos fosfato. La base nitrogenada y los grupos fosfato están unidos a la pentosa. Ésta es siempre una aldopentosa y se llama desoxirribosa porque carece de un átomo de oxígeno. La base nitrogenada puede ser de dos tipos: púrica (Adenina o Guanina) o pirimidínica (Citosina o Timina pero no Uracilo).

La molécula de ADN lleva la información codificada para el desarrollo de las características y funciones de un ser vivo. En su estructura distinguimos varios niveles de complejidad:

  • Estructura primaria. Está formada por la secuencia de nucleótidos, diríamos que es “la cuerda de un collar con sus eslabones”.
  • Estructura secundaria, la doble hélice, descubierta por los protagonistas de este libro: la secuencia de polinucreótidos (estructura primaria) se dispone en el espacio en forma de espiral en torno a un eje imaginario. Las características aportadas por Watson y Crick son las que describen esta estructura.
  • Estructura terciaria: la estructura de la doble hélice se vuelve a plegar por ser cadenas largas y haber poco espacio y la regulación de la actividad del ADN depende del plegamiento que ésta posea.

Esto es lo que se sabe hasta ahora de la molécula del ADN pero… ¿quién nos asegura que no existen determinadas características no descubiertas todavía y que pueden ser la solución a muchas incógnitas?


13 noviembre 2008

Una tontería, ya lo sé...


...pero no he podido resistir la tentación de colocar esta imagen y el enlace al blog.


¿Alguien me podría traducir el contenido del artículo?

12 noviembre 2008

La cara de Joseph era negra como la noche... (Adiós Miriam)

ANTONIO SEGOVIA MOLINA

En los años 80, después de un largo silencio, Paul Simon sacó a la luz el que posiblemente sea su mejor disco: Graceland. El título es más bien desafortunado, porque lejos de ser un homenaje a Elvis Prestley (Graceland, donde está su tumba, es la meta de muchos peregrinos fanáticos del roquero) es un canto lleno de esperanza al gran continente negro. Sin duda, Simon cuidó con mimo su trabajo y eligió como músicos para acompañar y arreglar sus canciones a la flor y nata de la música étnica (folk-rock) sudafricana: Ladysmith Black Mambazo, Stimela, Ray Phiri... El disco fue premiado con un grammy (Mejor disco del año) y Paul Simon inició, junto con los músicos sudafricanos, una muy exitosa gira de dos años por todo el mundo. En España dio un concierto en San Sebastián que fue retransmitido por TVE.

De ese disco, mis canciones favoritas son "Diamonds on the soles of her shoes" y "Goombots". Una canción que no me resultaba especialmente atractiva era "Under african skies", pero la versión que hizo en San Sebastián, junto a una dama de poderosa y cautivadora voz, me subyugó y me conmovió ("Joseph's face was as black as the night/ the pale yellow moon shone in his eyes...")





Se trataba de Miriam Makeba. No había oído antes hablar de ella, pero en los años 80 ya tenía una historia contundente que contar. Conocida como "Mamá África", la cantante abanderó durante muchas décadas la lucha contra el régimen racista sudafricano y a favor de los derechos civiles de los negros. Exiliada política, no pudo volver a su país hasta que el apartheid sucumbió con la caída de Botha, la llegada al poder de De Klerk y la liberación, tras treinta años de presidio, de Nelson Mandela.


Esta semana se ha apagado para siempre la voz inmensa de Miriam Makeba, se ha callado África. Pero Miriam, con sus coloridos trajes, con los dulces susurros de su dialecto, con la impronta de su figura, ha dado una voz nueva a la esperanza africana... Y esa no se callará jamás.